En Cunningham López somos conscientes de que los estadounidenses compran y utilizan miles de productos a lo largo de su vida. Mientras que la mayoría de estos productos son inofensivos y funcionan correctamente, hay muchos que no lo hacen, causando a los consumidores inocentes serios daños y pérdidas como resultado. Es responsabilidad de las partes que crean, diseñan, fabrican y venden estos productos garantizar que sean seguros para los consumidores y que no los pongan en peligro de forma injustificada. Cuando se producen defectos, los fabricantes, diseñadores y similares pueden ser considerados legalmente responsables de las lesiones resultantes.